sábado, 21 de agosto de 2010

Mariposa tiene que crecer: "Toda mujer puede alimentar a sus hijos"

Mariposa tiene que comer.

A los cinco días de llegar al hospital comencé a sentir que subía la leche, pero por más que lo intentaba parecía que tu no te estabas alimentando. No dormías bien. Llorabas horas seguidas sin parar. La gente a mi alrededor insistía en que tenías hambre así que te daba un biberón, te ponía al pecho, me trataba de sacar la leche. Me ponía pezoneras. Todo eso contribuyo a que me sangraran los pezones, y me quemara el dolor.

Cada sábado caminábamos a la farmacia para pesarte. Unas veces subías 150 gramos, y era llenarnos de alegría. otras solamente 50, aveces nada.

Al final del primer mes, decidí que no iba a darte ni un biberón más. Estaba cansada de pedir ayuda. De buscar información en internet. Así que pase los días leyendo. Empece un curso de lactancia online.

Me negué a creer que mi cuerpo no era capaz de alimentarte. No entendía como la naturaleza podía cometer tantos errores. Mujeres que se embarazan pero no pueden dar a luz a sus hijos por si mismas y necesitan ser inducidas o pasar por cesáreas. Mujeres que tienen a sus hijos pero no son capaces de alimentarlos.

Así pase días enteros sin salir de casa, contigo pegada todo el día. Cambiando la postura. Dándote de comer cunado tu querías y no cada 3 horas como dicen los libros. Fue un tiempo duro de no dormir y de estar muy concentrada en ti.

Como parecía que tenías cólicos, no podía dejarte ni un segundo por que inmediatamente era llorar sin parar. Me costaba trabajo salir a la calle, por que en cuanto te despegaba de mi a los 30 min ya estabas otra vez intranquila.

Mis amigas me contaban sus experiencias. La mayoría no había podido o solo lo habían conseguido un mes o dos.  Me animaban a dejarlo. Me contaban las maravillas del biberón. El doctor me daba plazos por que tu peso no mejoraba.

Al final, tu y yo lo logramos. Te di pecho hasta los 14 meses. Cuando cumpliste 3 meses comenzaste a subir de peso y de ahí en adelante la lactancia dejo de ser un peso de estar una hora y media sentada contigo a que comieras en 30 min.
Compartimos esa experiencia tan linda de estar juntas, no deje que nadie me robara esa parte de ser mama.
Mientras los bebes de biberón se enfermaban contigo ir al pediatra era solo para chequeo general, jamás por una urgencia. Muy sana, muy despierta.

Por otro lado mi cuerpo se sentía tan saludable, tan limpio de toxinas. Tan bien alimentado.

Lo logramos! Aprendí que toda mujer puede alimentar a sus hijos!

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